02/12/2010
La masacre de Flipper
El documental The Cove, ganador de una estatuilla en la pasada edición de los Oscar, ha acabado con gran parte de la desinformación sobre la matanza indiscriminada de delfines.
La cinta del ex fotógrafo de National Geographic, Louie Psihoyos, desentraña la turbadora actividad de un grupo de pescadores en la cala de Taiji (Japón). La cautividad y matanza de este tipo de cetáceos sale a la luz pública mundial mientras la ciudadanía se pregunta cuál es su statu quo en sus respectivos países. La alarmante respuesta señala que Occidente no está tan alejado de las terribles prácticas desveladas por The Cove.
Ric O´Barry se hizo famoso en los años sesenta por entrenar a cinco delfines hembra, que en la exitosa serie estadounidense tomaban el nombre de Flipper. O´Barry seleccionó a estas hembras de la especie delfín mular (Tursiops truncatus) por ser menos agresivas que los delfines macho. Además, poseen una piel más brillante y limpia al no pelearse con otros delfines, lo que las hacía sin duda más estéticamente perfectas de cara a aparecer en televisión.
La fama de la serie se hizo notar durante sus tres temporadas de emisión. En los 88 episodios de Flipper se muestra un mundo de felices delfines que juegan y se divierten con los seres humanos, que muestran una aparente unión idílica con esta especie animal. Sin embargo, la realidad resultó ser otra y apareció con claridad ante los ojos de O´Barry cuando uno de sus delfines intérpretes de Flipper, Kathy, murió entre sus brazos.
El ex entrenador de estos cetáceos cuenta apenado en The Cove cómo son los propios delfines quienes deciden seguir respirando o no. Su respiración, al contrario que la humana, supone un esfuerzo consciente y voluntario. Así, fue la propia Kathy quien se acercó con ojos tristes hacia su entrenador y decidió dejar de respirar. Para O´Barry este fue un suicidio que determinó su futuro. A partir de ese momento se convertiría en el mayor activista en contra del cautiverio y la matanza de delfines.
The Cove sólo es parte de la redención que busca O´Barry. Su ingente actividad en este ámbito va desde la liberación con sus propias manos de delfines capturados, pasando por la publicación de libros, hasta la fundación de una organización sin ánimo de lucro llamada Dolphin Project Inc. "Los delfines en libertad llegan a vivir unos 40 años, mientras que en cautividad no logran sobrevivir más de 8 años"
Los síntomas de los delfines en cautiverio han dado nombre a una nueva patología: la zoocosis. Tristeza, inapetencia, claustrofobia, estrés o autolesionismo son algunos de los terribles síntomas de dicha patología. Los delfines, poseedores de un sistema de orientación mediante emisión de ultrasonidos, se encuentran continuamente nadando en círculos en una piscina cuyas paredes les devuelven constantemente esos ultrasonidos, algo que termina deteriorando su mecanismo natural.