09/09/2010
Peces podólogos
Donostia alberga el segundo centro del Estado que ofrece ictioterapia, un método en el que los peces Garra Rufa, originarios de ríos de Turquía, Siria o Irán, realizan una pedicura orgánica succionando las pieles muertas y masajeando los pies
Donostia alberga el segundo centro del Estado que ofrece ictioterapia, un método en el que los peces Garra Rufa, originarios de ríos de Turquía, Siria o Irán, realizan una pedicura orgánica succionando las pieles muertas y masajeando los pies. Son centenares y están empeñados en cumplir lo mejor posible con su trabajo. Tratan de realizar una buena pedicura natural, quitar las pieles muertas, cicatrizar las heridas, estimular puntos de acupuntura y la circulación y masajear los pies. Y, aunque parezca raro, nadie les paga, lo hacen por placer.
Se trata de los peces Garra Rufa, originarios de ríos de países como Turquía, Siria, Irán o Pakistán, y que desde finales de julio ofrecen sus servicios en el número tres de la donostiarra calle Easo.
El polaco Eryk Matuszak ha sido el responsable de acercar hasta la capital guipuzcoana la ictioterapia, un método desconocido por estos lares que, sin embargo, es una técnica que cuenta con un profundo arraigo en Asia y que poco a poco se está introduciendo en Europa -en el Estado sólo existe otro centro en Madrid-. Los peces, de entre tres y seis centímetros, no tienen dientes y succionan las pieles secas y muertas al mismo tiempo que masajean, en este caso, los pies. Esto provoca que la piel esté más suave y rejuvenecida. "La idea surgió tras un viaje a Tailandia. Después, en Inglaterra, vi un local similar al que tenemos aquí y me gustó. No queríamos un salón de belleza, sino algo asequible y para todos los públicos", explica Matuszak.