15/12/2011
Océanos extraterrestres
Debajo de la capa de hielo que
recubre a Europa, una de las lunas de Júpiter, yace un cuerpo de agua
que podría ser un lugar apto para albergar vida. El hallazgo fue
realizado por un equipo de investigadores del Instituto de Geofísica de
la Universidad de Texas, y los resultados fueron publicados en la
revista científica Nature.
“Este océano es suficientemente profundo como para cubrir toda la superficie de Europa y contiene más líquido que todos los océanos del mundo. Sin embargo, al estar tan lejos del Sol, la superficie del océano está congelada”, señaló la NASA.
Según los científicos, el espesor de la capa de hielo que recubre a Europa es de diez kilómetros y, en algunas partes, tiene bolsas de agua que se sitúan a tres kilómetros de la superficie. La información que los investigadores utilizaron provino de la sonda Galileo de la NASA. La sonda transmitió imágenes de Europa, satélite similar en tamaño a la Luna de la Tierra, en el período comprendido entre 1995 y el 2003.
Desde septiembre del 2010 hasta marzo del 2011, los científicos se concentraron en analizar dos elementos circulares llamados “terrenos caóticos”, que son trozos de hielo flotante como icebergs. Basados en observaciones de procesos parecidos que ocurren en las plataformas de hielo de la Tierra, los investigadores crearon un modelo de cuatro pasos para explicar qué sucede en Júpiter.
El océano de Europa está cubierto
por estos “terrenos caóticos” o trozos de hielo flotante que colisionan
unos contra otros, propiciando un mecanismo de transferencia de
nutrientes y energía entre la superficie y el agua que yace debajo. “La
opinión de la comunidad científica ha sido que si la capa de hielo es
gruesa, eso es malo para la biología porque significaría que la
superficie no se está ‘comunicando’ con el océano, pero ahora estamos
frente a evidencia que dice que una capa de hielo gruesa puede moverse
vigorosamente. Esto convertiría a Europa y su océano en un lugar más
habitable”, explicó Britney Schmidt, principal autora del estudio. Antes
del 2022, la NASA prevé lanzar una sonda equipada con un radar que
penetre el hielo para cartografiar con más detalle este océano.